No hay consuelo y no importa

Yo necesito ganas, no querer ganar.


Las cosas que se cuidan no se tiran derrepente.


Prefiero un lo siento antes que no sentir.


Yo sé que me miras pero no me ves.


Aquellos planes que no hicimos.


No sé las respuestas por no preguntar.


Hay tantos con quien estar pero no con quien ser.


Ojalá nunca te abracen por ultima vez.


Dime cuándo, no me digas donde.


Ya no temo perder, si no dar por perdido.


Somos circunstancias que no elegimos ser.


¨No sé¨ es la respuesta favorita de mi destino.


Hacer lo que debes por necesidad.


Cuando lo mejor que te va a pasar ya te pasó.


La mejor pregunta que me hicieron contesté un ¨no¨.


Estás rompiendo todo lo que arreglas.


Vivo con el ¨pero¨ antes de todo.


Aún sigo esperando el día que compense todo el mal.


Sé que estoy perdido, pero no perdiendo.


He pensado en odiar tu libertad.


Lo que menos necesito lo pienso en tener.


Soy la pregunta del millón.


Si nunca fue mi meta el querer ganar, cómo voy a perder.


A veces alejarse te acerca también.


Búscame donde nadie apenas me buscaría.


Saltando versos a través de tus ojos.




Ya han pasado muchos años, y no me canso de volver a hacerlo. Soy pésimo ocultándo cosas.



No estoy bien y no creo estarlo, algo está mal conmigo y está vez quiero repararlo.



Me siento cansado de las cosas que no me cansaban.



Quería hacerme un bien pero evitaste el mal.



Yo quería, quiero tenerte por lo menos un día más.



Fuiste y serás una estrella fugaz.



Ya no te espero, me aburrí de ti.



Me preguntan por qué busco tanto si no quiero encontrarlo.



No estoy buscando, exploro nuevas ideas.



De todos modos ya lo encontré.



Me dicen que soy mucho arte para simples buitres.



Pero nilse es mi arte.



He pensado en tener miedo, pero no me dejas.



Esos abrazos con cara de despedida.



Tuve que crearme otros mundos.



No vine a sentir como los demás.



Todo lo que quise fue tu vida.



Muéstrame tu amor sin remordimientos, sube a tu maldito caballito de mar. Esa es la manera en la que quería estar contigo.



Creo que estoy sintiendo más de lo que debería sentir, de todos modos y a final de cuentas lo sienta o no, no está ahí para recibirlo.



y ahora pongo esto bajo el cristal para el loco escrutinio del editor, ha quedado la noche de lado y las lánguidas damas grises se alinean.



Siempre me tienes en tus manos y me lees lo mismo que un libro. Me dices las cosas que no me digo y sabes todo lo que ignoro.



Me aprendo en ti más que en mi mismo, eres como un milagro de todas horas.



El cielo hoy se ve tan azul y recuerdo tus ojos que para mi eran como luz, pasando tardes en mi habitación dibujando tonterías en mis cuadernos.



Creyendo escuchar tu voz...



Mirando tu fotografía pegada en la puerta y miro tu sonrisa en el cuarto menguante de hoy.



Pregunté a los viejos si hay futuro, y ellos me dijeron ¨estamos muertos por saber¨, la enseñanza siempre fue el no saber por qué.



Y lo más triste es que puedo volver a explicarte cómo eres si alguna vez se te olvida, te conozco tanto que puedo dar clases intensivas de tu vida...



Ya lo dije algunas veces



Todas estas conversaciones internas de cómo envejecer me están poniendo triste cariño.



Cómo a un gato que no quieren y lo meten a una bolsa y lo tiran al río



Esperando a ahogarse.



Descuida cariño, estas últimas semanas no me la he pasado tan mal, ella pudo entrar a mí, Nilse te caería bien.



Sólo espero que llegue el día que recordarte no sea algo que "duela" o simplemente no pueda dejarlo de paso.



Ya no sé si me sobran ganas, o me faltan prisas.




Llevas dolor en tu regazo, y la muerte observa desde lejos.



Tienes mentiras en los ojos y lagrimas de decepción.



Las flores sigues marchitando.



Antes que muera en vida, lo que te mata te hace más fuerte.



Siempre estás ahí, observando que siga con las mismas ganas.



Extraño ciertas cosas, pero no todo.





Donde fuiste feliz vas a querer regresar...



Aun así confundas el dolor con la momentánea felicidad.



Todos apocan mi alma vieja pero sobra el cuerpo joven



Ya necesito ser aquel viejo roble.



Sólo lograste que esta pared se hiciera más fuerte.



Ya no necesito a nadie.



Ya no, porque ya no quiero







No más.

















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Fernando Arellano