5 posibles verdugos.

Ya estamos en plena vorágine electoral en nuestra país. Dentro de poco se dilucidará en las urnas, fuente y caudal de la Democracia, quien se sentará en el sillón presidencial de el país que durante los próximos 6 años tratará de cambiar su rumbo. Se marchará -¡a Dios gracias!- sino el peor presidente de la Historia de México si de lo peorcito que hemos padecido con diferencia desde la entrada de la tan anhelada Democracia pero qué mas da, está muy guapo.

Hoy para definir a los políticos los analistas hablan de perfiles altos o bajos. Este hombre, al que deseo sinceramente toda la suerte del mundo en su vida política, profesional o personal, introduce un nuevo elemento en el encuadre clasificatorio de la clase política: la del perfil plano. Tuvo un Maestro que anda en la actualidad dando tumbos fantasmales por Guadalajara, verdadero adalid de lo políticamente insustancial. No digo aquello de “Dios los cría y ellos se juntan”, por no implicar al Sumo Hacedor en estos menesteres de los políticos intrascendentes.

5 mosqueteros se van disputar los escaños desde donde se decide la vida cotidiana de aquellos que tienen la suerte de estar empadronados en México. Por tanto Meade, AMLO, Bronco, Anaya y Margarita serán, junto con sus huestes, lo que tomen posesión de los sillones municipales. Curiosamente, quien menos dudas tiene de los 5 sobre sus resultados electorales es el ATS de los Pajaritos. Tiene un electorado fiel (que son para los que él trabaja prioritariamente en el Ayuntamiento) que no suelen ¨fallarle¨. Asumen que el camarada corta manos (todo no va a ser llamarlo “el que mocha manos a los ladrones”) es un látigo de fachas y martillo de machitos tradicionalistas casposos de las escuelas de antaño

Lo peor no es que lo asuman como tal, sino que encima se lo creen. Misterios de la ingenuidad humana. Lo que resulta evidente es que este personaje consigue estar cada día en el candelero (candelabro en versión de Sofía Mazagatos) de los medios de comunicación mexicano.

Él lo sabe y está enormemente contento de haberse conocido. Es consciente de que su exigua renta electoral la necesitan los socialistas para gobernar, careciendo por tanto de inquietudes políticas sobre resultados electorales. “Ya sabes quién”, pensará para sus adentros. Su discurso político, pretendidamente culto y entroncado -según él- con la más pura dialéctica marxista, es tan insustancial como su propia gestión política municipal.


El mismo quedó al descubierto ante una opípara bandeja de mariscos. Lo que resulta evidente es que configura un tipo de predilecto (¿en que perfil encuadramos a éste, señor Jaime Rodríguez Calderón? Posiblemente en el de los figurones, ¿no cree usted?) acorde con algunos “personajes históricos” de la candidatura como Vicente Fox y el cliché del presidente con sombrero norteños y ranchos con caballos finos. Resultando incuestionable que es “una perita en dulce” para la Prensa local y claro, para los memes en Internet.

Cuantos ríos de tinto se han vertido sobre las famosas red social. Sus ruedas de prensa se siguen con el mismo interés que las de meade, y él está convencido que, después de el ¨culto¨ discurso preparado de Meade, pocas personas ha tenido la Ciudad de su trascendencia moral e intelectual.

Ve desde su punto de antiguo estalinista la única Ciudad que le interesa ver: la de sus correligionarios. Un amigo mío, que no es precisamente de la derecha rancia a la que dice poner nerviosa nuestro personaje, me comenta que méxico tuvo un “Amlo-procesiones” y ahora tiene un “Amlo-manifestaciones”. No se le puede negar cierta “gracia” a este político de la hoz y el martillo (¿encontrarán estas herramientas si alguna vez tienen que buscarlas?) Aunque cueste creerlo es un personaje que posiblemente solo pueda darse en gobernatura de Ciudad y no de un País. Estoy convencido de ello.

La cosa empieza a “agriarse” cuando de su gestión depende una parte sustancial de nuestro bienestar ciudadano y el de los nuestros. Lo triste es que no tenemos muchas esperanzas de que algún día deje de pertenecer a la política activa: tanto él, como “nuestro” actual Presidente, le tienen pánico a descolgar la bata blanca de la percha.






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Fernando Arellano