El triste

Ayer por la mañana cambié mi comienzo de hoja de ruta existencial y me lancé a la libertad de la calle sin repasar los titulares de las ediciones digitales de la prensa. A media mañana tomando el móvil un gran amigo me envía una foto de un titular de sentires negros para comunicarme entre pesares el fallecimiento de un grande entre los grandes, José Rómulo Sosa Ortíz o mejor conocido como ¨El príncipe de la canción¨ José José.

Ya duele en el alma este carrusel de sentidas pérdidas.  Tenía 71 años y era el cantante excepcional con un toque personalísimo pletórico de enjundia y “jondura” que plenamente dedicado a engrandecer nuestro Arte más universal con su amplio y excelente Archivo discográfico de la Compañía  Ariola, su grabación “Promesas” junto con “El triste” entre otros de sus discos se nos configuran como dos de las grabaciones más interesantes.

Todos los que amamos este Arte parido y amamantado por grandes voces de México, en la mente tenemos esas gloriosas letras y lamentamos el silencio sonoro al que las circunstancias obligaron a que José José ya no pudiera más. Primero perdimos la voz y ahora también perdemos al hombre. El fatal desenlace le ha sobrevenido durante el desarrollo de varias intervenciones que, en principio, parecía no presentar grandes dificultades.

Su toque de acompañamiento era realmente majestuoso y de ello, entre otros, pueden dar fe artistas de la talla de Juan Gabriel o Camilo sesto.

Sigue avanzando imparable este tren con bandera negra que recoge en cada estación a los que no retornan y nos deja en el andén agitando los pañuelos de la orfandad.  Resulta ciertamente desalentador como el tiempo se va encargando de ir dejando embarcados en el muelle del olvido a gente de tantísimo talento y de las que tanto recibimos. La jodida e injusta amortización existencial que termina arrasando con todo y con todos. Recordar a José José como músico Mexicano y, sobre todo, como persona es algo que le debemos a él y, también, a nosotros mismos.

En marzo de 2017, José José informó mediante un video que padecía un cáncer de páncreas, del que ya se estaba tratando. "A mi pueblo de México que tanto amo y a quien le debo todo lo que soy, dedico este pequeño video, para como siempre informarles, como lo he hecho toda mi vida, en boca propia, qué sucede en mi vida y mi carrera", decía en el video para luego explicar su enfermedad.

Hijo del tenor de la Ópera Nacional de México, José Sosa Esquivel, y la concertista de piano, Margarita Ortíz, José Rómulo Sosa Ortiz . Nació el 17 de febrero de 1948. El intérprete comenzó su carrera tocando la guitarra y cantando en serenatas durante su juventud. Más tarde se unió a un trío de jazz y bossa nova en el que cantaba y tocaba el bajo y contrabajo.

José José grabó su primer disco de estudio a fines de los años 60, el cual incluía temas como “Sólo una mujer”, “Cuidado”, “Pero te extraño” y “Sin ella”. Comenzó a probar las mieles del éxito con el lanzamiento en diciembre de 1969 de “La nave del olvido”, canción con la que comenzó a ser reconocido por el público. Sin embargo, el gran éxito llegó a su vida a la edad de 22 años, cuando representó a México en el segundo Festival de la Canción Latina (hoy conocido como Festival OTI) el 25 de marzo de 1970. A pesar de haber conseguido sólo el tercer lugar en la competencia, su magistral interpretación del tema “El triste” lo catapultó de manera internacional. Para 1971 José José ya había lanzado su cuarto álbum, Buscando una sonrisa, que además sirvió como título de su primera película.

Un autentico genio que me hizo llorar a moco tendido en mis desamores mientras yo yacía en mi sofá con un plato de palomitas por delante y una avalancha de papeles y lagrimas. las veces que me vi obligado a escuchar para olvidar, ser tormenta y tornado. Personajes mexicanos únicos e irrepetibles que nos hacen sentirnos orgullosos de la tierra que nos vio nacer.  El Maestro José Rómulo eterno, singular e irrepetible.











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Fernando Arellano