Quién te ha mandado a intentar ser feliz

Dentro de mí no hay nada.

Dentro de mí nadie ha plantado nada.

Tanto me fui y tanto me perdí.

Que entre tanto canto y canto

este mundo se ha cansado de mí.


Tengo una solución para cada situación:

tiendo a no sentir cuando se trata del corazón.

Y por cada paso dado

mi mano se ha lanzado contra mí.

Y dije una vez:

“me voy a perder y no voy a empezar otra vez”.

si cuando me perdía era contigo

No he podido creerte decir que algo bueno hay en mí.

Y dije:

“está bien tendré que ceder y te voy a empezar a querer”.

Pero, vamos.. quién te ha mandado a quedarte aquí.

Pero vamos, quién te ha mandado a intentar ser feliz.

Pero vamos, quién te ha mandado a confiarte de mí.


Dentro de mí no hay nada.


No soy para hacerte feliz


ni mucho menos hacerme a mí


no soy para casarte, ni reír


No soy para decirte 'sí'


aunque mis 'nos' no son mejor


no soy para abrirme, ni pedir.


No soy para un domingo o dos

no soy para tus padres, no

no soy mejor partido que el peor..

No soy para cambiar y ya

no soy lugar para quedar

no soy, amor, octubre ni abril.


No sé sino decir adiós

no sé anclar y, lo peor:

no sé si estoy seguro de quién soy.


No soy, quizá, sólo uno más

no sé cantar, no sé tocar

no tengo inmunidad, no sé pelear


No soy ideal para cantar

no sé si hay más que lo que hay

confío en June, en Cash y en nadie más

No sé sino partir, amor

no sé anclar y, lo peor:

no sé si estás segura de quién soy.


No soy para vivir por hoy

no sé si es un final o no.

Voy a encontrar, amor,

otro mejor que yo para ti,

a tu lado me he alejado de mí.

Porque qué más puedo dar si, es cierto,

ya no doy para más.

No soy de esos a los que sabes dónde hallar.

Y el momento, de repente,

va a nadar contracorriente.

Y el paso de los años me va haciendo algo,

que entonces nos miramos y ya no hay

de qué hablar.

Y así ya no tendrás a quien matar.

Por hoy, lo sé, no soy sino un adiós





Quién te ha mandado a intentar ser feliz


















- Lázaro Cristóbal


 
'Cinco años con sed'




Comentarios

Fernando Arellano