¨Quién fuera¨ el mítico Silvio Rodríguez

El eterno buscador de un unicornio preguntándose qué cosa fuera en esa gran aventura.

Las leyendas de los esenciales y caminantes de los hombres que habitan en un nicho muy celoso de envoltura imprecisa. No se reciclan las palabras en ningún lado a como se sentencian los ensayistas de estas temporadas, emergen con sabias escrituras desde los cerros de las palabras.

Silvio Rodríguez es uno de los más influyentes cantautores (o el más influyente) con mayor trascendencia internacional. Es uno de los grandes exponentes si no el más grande de la ‘Nueva Trova’, del grupo celosamente pequeño de músicos surgidos de la Revolución Cubana que en los años 50 provocó la caída del régimen, un régimen del dictador Fulgencio Batista y la llegada al poder del líder del ejército guerrillero, Fidel Castro.

Las memorias que abrigan todas las canciones como celoso guardián para descubrirlas, “cual si nada”, en un presente tardío. El compromiso de Rodríguez con el movimiento revolucionario fue muy intenso. Colaboró como educador, dibujante, escritor, compositor, militar, político y, finalmente, como músico.

Transitando entonces hacia un futuro imposible de bocetar, que será narrado alguna vez, desde otro pasado pretérito, Silvio es un testigo excepcional de esta gesta, sus canciones son parte de las huellas de una era fundacional: un artista que es un gran ejemplo de superar ¨adversidades¨, de luchar por sus creencias y sus emociones. 

Cada canción esconde verdad en estado puro. Por esa razón, cada vez que escuchamos una canción de Silvio es una pequeña pero muy profunda historia, siempre se aprende algo nuevo.


Una mujer con sombrero

Como un cuadro del viejo Chagall!

Corrompiéndose al centro del miedo, y yo

Que no soy bueno, me puse a llorar..

Pero entonces lloraba por mí

Y ahora lloro por verla morir´


Los más ¨precisos¨ relatos se nos revelan a roces de cuerdas besando madera dulce con encendidas voces de nítidos aires de luz, por ese afán que le apremia a la metáfora de ser parte de algo sustantivo. Emergen tejidos en un llano discurso, en muchos otros, como diálogos cruzados.. Labrados por el transitar de muchas otras vidas convergentes.


Una mujer se ha perdido

Conocer el delirio y el polvo

Se ha perdido esta bella locura

Su breve cintura, debajo de mí

Se ha perdido mi forma de amar..

Se ha perdido mi huella en su mar´


Cada canción esconde verdad en estado puro. Por esa razón, cada vez que escuchamos una canción de Silvio es una pequeña pero muy profunda historia, siempre se aprende algo nuevo.

Son historias tocadas como unidades significantes. Se tejen en una pátina encendida con el verso templado de sustantivas verdades, puestas en jerarquías e icónicos trazos que son los acentos del reverso autoral.


Y yo no sé lo que es el destino


Yo me muero como viví



Grande Silvio!

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Fernando Arellano