Característica del mediocre.

¿Qué es más importante para usted, ser o parecer?

Nuestra sociedad tristemente se ha vuelto extremadamente materialista, existen personas que prefieren comprarse un carro del año a estar ahorrando para una futura carrera profesionista, el aparentar lo que no se es.

Según la Real Academia de la Lengua Española vanidad es:

vanidad.

(Del lat. vanĭtas, -ātis).

1. f. Cualidad de vano.

2. f. Arrogancia, presunción, envanecimiento.

3. f. Caducidad de las cosas de este mundo.

4. f. Palabra inútil o vana e insustancial.

5. f. Vana representación, ilusión o ficción de la fantasía.

ajar la ~ de alguien.

1.    loc. verb. coloq. Abatir su engreimiento y soberbia.

La vanidad no es más que un amor egoísta a uno propio, un amor del que no se preocupa por alguien mas alrededor de su entorno. Todos vivimos en sociedad pero antes de preocuparnos por ella, buscamos beneficiarnos de esta, no importando nada como el mentir, robar, engañar o hasta asesinar. Todo lo anterior mencionado con un fin: alimentar el ego.

Para ser muy claro en este punto, muchas personas se incomodan o se enojan si se les llama; mentirosos, la verdad es que todos ¨mentimos¨, es parte de la naturaleza humana y muchas veces lo hacemos para llevar a cabo todo a nuestro favor, aclarando que tampoco busco satanisar  la vanidad, ya que esta si es bien encaminada y sirve para un ideal, llega a ser muy útil.

Como explica con mucha seriedad y claramente José Ingenieros en el libro de ¨El hombre mediocre¨
que me tocó leerlo hace ya 3 años pero siguen sus frases en los pensamientos cotidianos:

¨La diferencia, si la hay, es puramente cuantitativa entre la vanidad del estudiante que persigue diez puntos en los exámenes, la del político que sueña verse aclamado ministro o presidente para poder robar a más no poder, la del escritor que aspira a ediciones de cien mil ejemplares y la del asesino que desea ver su retrato en los periódicos¨.

Ahora, un ejemplo de alguien que es fisoculturista, un atleta o alguien que bisca un cuerpo perfecto que empiezan por salud pero en la mayoría de los casos caemos en lo mismo ¿El atleta no tiene, acaso, bíceps excesivos hasta la deformidad? el músculo abultado no es ridículo; lo es en cambio, toda adiposidad excesiva, por monstruosa e inútil, como la vanidad del insignificante.

La vanidad nos hace esclavos de un sistema que  lamentablemente se le ha hecho de todo menos progresar , el vanidoso vive comparándose con las personas que están a su alrededor, vive triste cuando no consigue y alimenta a la envidia, hace que critique todo lo que no podemos igualar y o hacer.


En fin, la característica del mediocre.










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Fernando Arellano