La pandilla de genios rebeldes.
¿UNA ENFERMEDAD?
sí, soy romántico, abiertamente sentimental,
una suerte de mitómano creo yo,
y no, no..
me arrepiento.
Muy al contrario
venero a Hemingway,
que cuando llegó al límite de su aguante,
se metió el
cañón del arma en la boca
temblorosa;
y pienso...
en Van Gogh, que se cortó parte de la oreja
por una puta
y luego se pegó un
tiro en el
maizal;
luego está Chatterton, que bebió veneno
para ratas (una forma de morir sumamente dolorosa
incluso para un
plagiario);
y Ezra Pound arrastrado por
las calles polvorientas de Italia en una jaula
y luego recluido en un
manicomio;
Louis-Ferdinand Céline, robado, insultado, atormentado por
los franceses;
Fitzgerald, quien al final dejó la bebida sólo para caer muerto
poco después;
Mozart en una fosa común;
Beethoven sordo;
Bierce, que se desvaneció en el desierto mexicano;
Hart Crane, que se lanzó por la borda y
cayó contra la hélice;
Tolstoi, que aceptó a Jesucristo y legó todas sus
posesiones a los
pobres;
T. Lautrec,
con su cuerpo breve y
deforme,
y su espíritu perfectamente
desarrollado,
que dibujó todo lo que
veía
y más; D. H. Lawrence
que murió de tuberculosis
y preparó su propio Barco de la Muerte
mientras escribía sus
últimos
grandes poemas;
Li Po
que prendió fuego a
sus poemas
y los echó río
abajo;
Sherwood Anderson, que murió
de peritonitis
tras tragarse un
palillo
(bebía
martinis
en una fiesta
cuando
engulló la aceituna
con palillo y
todo);
Wilfred Owens, que murió
en la primera Gran Guerra
mientras
salvaba el mundo en aras de la
Democracia;
Sócrates, que bebió
cicuta con una
sonrisa;
Nietzsche, que enloqueció;
De Quincey, adicto al opio;
Dostoievski, con los ojos vendados ante un
pelotón de fusilamiento;
Hamsun, que devoró su propia
carne;
Harry Crosby, que se
suicidó mano a mano con su
puta;
Tchaikovski, que intentó
evadirse de su homosexualidad
casándose con una estrella
de la ópera;
Henry Miller, ya de
viejo, obsesionado con
las jovencitas
orientales;
John Dos Pasos, que de
izquierdista ferviente pasó a ser
un republicano
ultraconservador;
Aldous Huxley, que tomaba
drogas
visionarias y
cosechaba riquezas
imaginarias;
Brahms en su juventud,
que estudiaba la manera
de desarrollar un cuerpo
poderoso
porque tenía la sensación de que
el intelecto
no era
suficiente;
Villon expulsado de París,
no por sus ideas
sino más bien porque era un
ladrón;
Thomas Wolfe, que estaba convencido de no poder
volver a casa
hasta
que alcanzó
la fama;
y Faulkner:
cuando recibía el correo por la mañana,
miraba el sobre al
trasluz
y si no veía
ningún cheque
lo
tiraba;
William Burroughs, que mató a su
mujer
de u tiro
(no le dio a la
manzana
que se había puesto
en la cabeza);
Norman Mailer, que acuchilló a su
mujer; sin que hubiera ninguna manzana
de por medio;
Salinger, que no creía que
mereciera la pena escribir para
el mundo;
Jean Julius Christian Sibelius,
un hombre hermoso y altanero,
compositor de música intensa
que, tras cumplir los 40,
se ocultó, y rara vez
volvió a
vérsele;
nadie sabe a ciencia cierta
quién fue
Shakespeare;
la vida nocturna mató a Truman
Capote;
Allen Ginsberg, que se convirtió en
profesor
universitario;
William Saroyan, que se casó
dos veces con la misma mujer
(aunque
para entonces
ya no iba
a ninguna parte);
John Fante, hecho
trizas
por el bisturí del cirujano
ante mis propios
ojos;
Robinson Jeffers
(el poeta más soberbio de todos)
escribiendo
cartas de súplica a los poderosos.
como es natural, hay más
que decir
y podría seguir
indefinidamente
pero incluso yo
(el Romántico)
empiezo a
hartarme.
aun así, estos hombres y mujeres
-del pasado y el presente-
han creado y crean
nuevos mundos para
el resto de nosotros,
a pesar del fuego y a pesar del hielo,
a pesar de la hostilidad de los gobiernos,
a pesar de la desconfianza arraigada de las masas,
sólo para morir
por su cuenta
y generalmente
en soledad.
hay que admirarlos a todos
por el valor,
por el esfuerzo,
por sus mayores logros y sus
peores fracasos.
¡vaya pandilla!
¡son fuente de luz!
¡son fuente de dicha!
todos ellos son
héroes a quienes puedes estar
agradecido
y admirar desde lejos
cuando despiertas
de tus sueños corrientes
cada mañana."
Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta..
sí, soy romántico, abiertamente sentimental,
una suerte de mitómano creo yo,
y no, no..
me arrepiento.
Muy al contrario
venero a Hemingway,
que cuando llegó al límite de su aguante,
se metió el
cañón del arma en la boca
temblorosa;
y pienso...
en Van Gogh, que se cortó parte de la oreja
por una puta
y luego se pegó un
tiro en el
maizal;
luego está Chatterton, que bebió veneno
para ratas (una forma de morir sumamente dolorosa
incluso para un
plagiario);
y Ezra Pound arrastrado por
las calles polvorientas de Italia en una jaula
y luego recluido en un
manicomio;
Louis-Ferdinand Céline, robado, insultado, atormentado por
los franceses;
Fitzgerald, quien al final dejó la bebida sólo para caer muerto
poco después;
Mozart en una fosa común;
Beethoven sordo;
Bierce, que se desvaneció en el desierto mexicano;
Hart Crane, que se lanzó por la borda y
cayó contra la hélice;
Tolstoi, que aceptó a Jesucristo y legó todas sus
posesiones a los
pobres;
T. Lautrec,
con su cuerpo breve y
deforme,
y su espíritu perfectamente
desarrollado,
que dibujó todo lo que
veía
y más; D. H. Lawrence
que murió de tuberculosis
y preparó su propio Barco de la Muerte
mientras escribía sus
últimos
grandes poemas;
Li Po
que prendió fuego a
sus poemas
y los echó río
abajo;
Sherwood Anderson, que murió
de peritonitis
tras tragarse un
palillo
(bebía
martinis
en una fiesta
cuando
engulló la aceituna
con palillo y
todo);
Wilfred Owens, que murió
en la primera Gran Guerra
mientras
salvaba el mundo en aras de la
Democracia;
Sócrates, que bebió
cicuta con una
sonrisa;
Nietzsche, que enloqueció;
De Quincey, adicto al opio;
Dostoievski, con los ojos vendados ante un
pelotón de fusilamiento;
Hamsun, que devoró su propia
carne;
Harry Crosby, que se
suicidó mano a mano con su
puta;
Tchaikovski, que intentó
evadirse de su homosexualidad
casándose con una estrella
de la ópera;
Henry Miller, ya de
viejo, obsesionado con
las jovencitas
orientales;
John Dos Pasos, que de
izquierdista ferviente pasó a ser
un republicano
ultraconservador;
Aldous Huxley, que tomaba
drogas
visionarias y
cosechaba riquezas
imaginarias;
Brahms en su juventud,
que estudiaba la manera
de desarrollar un cuerpo
poderoso
porque tenía la sensación de que
el intelecto
no era
suficiente;
Villon expulsado de París,
no por sus ideas
sino más bien porque era un
ladrón;
Thomas Wolfe, que estaba convencido de no poder
volver a casa
hasta
que alcanzó
la fama;
y Faulkner:
cuando recibía el correo por la mañana,
miraba el sobre al
trasluz
y si no veía
ningún cheque
lo
tiraba;
William Burroughs, que mató a su
mujer
de u tiro
(no le dio a la
manzana
que se había puesto
en la cabeza);
Norman Mailer, que acuchilló a su
mujer; sin que hubiera ninguna manzana
de por medio;
Salinger, que no creía que
mereciera la pena escribir para
el mundo;
Jean Julius Christian Sibelius,
un hombre hermoso y altanero,
compositor de música intensa
que, tras cumplir los 40,
se ocultó, y rara vez
volvió a
vérsele;
nadie sabe a ciencia cierta
quién fue
Shakespeare;
la vida nocturna mató a Truman
Capote;
Allen Ginsberg, que se convirtió en
profesor
universitario;
William Saroyan, que se casó
dos veces con la misma mujer
(aunque
para entonces
ya no iba
a ninguna parte);
John Fante, hecho
trizas
por el bisturí del cirujano
ante mis propios
ojos;
Robinson Jeffers
(el poeta más soberbio de todos)
escribiendo
cartas de súplica a los poderosos.
como es natural, hay más
que decir
y podría seguir
indefinidamente
pero incluso yo
(el Romántico)
empiezo a
hartarme.
aun así, estos hombres y mujeres
-del pasado y el presente-
han creado y crean
nuevos mundos para
el resto de nosotros,
a pesar del fuego y a pesar del hielo,
a pesar de la hostilidad de los gobiernos,
a pesar de la desconfianza arraigada de las masas,
sólo para morir
por su cuenta
y generalmente
en soledad.
hay que admirarlos a todos
por el valor,
por el esfuerzo,
por sus mayores logros y sus
peores fracasos.
¡vaya pandilla!
¡son fuente de luz!
¡son fuente de dicha!
todos ellos son
héroes a quienes puedes estar
agradecido
y admirar desde lejos
cuando despiertas
de tus sueños corrientes
cada mañana."
Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta..
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