SOS, ayuda para la cultura.

Todo esto se está yendo abajo. Desde todos los frentes culturales se argumenta una consideración generalizada: “Estamos ante el “tiro de gracia” para una Cultura ya de por si agonizante”. Decían, hace ya muchos años, trabajadores inmigrantes en EE UU: “La Cultura no es el pan, pero son las rosas. Queremos el pan, pero también las rosas”. Imaginarse el ejercicio de vivir sin la lectura de un buen libro; una buena película; una obra de teatro; un recital; una exposición; un concierto de música; galerias de arte o una buena grabación musical es mucho imaginar. 

El recorte –los recortes- para la castigada Cultura del mundo empezó bajo el mandato de las nuevas generaciones que, por el contrario, están alimentado todo lo que está mal (entre comillas) y no lo que verdaderamente importa.

Se cortaron drásticamente una serie de subvenciones en vez de controlar donde iba a parar una suculenta parte de las mismas. El “amiguismo” y las “modas” formaban parte del mundo de las “ayudas culturales” (¡si las Ferias de algunos pueblos hablaran!). Si no se subvencionan partidas para eventos culturales, y además se les grava con más impuestos, la Cultura desaparecerá de nuestras vidas. Aparte de los artistas son muchos los trabajadores que viven de los eventos culturales. Va para tres años que realicé mi último concierto enfrente de muchas personas y no de 3 borrachos en un bar de la esquina, y bueno además de los integrantes de dicha banda estaban los staff, manager, etc. (dada mi ¨jubilación¨ que no ha sido la definitiva, no sé quienes más ayuden en la escena) y doy fe, a lo largo de estos años, que son muchas las personas que consiguen darle forma y salida comercial a los discos, mercancía folletos, etc.

La Cultura es Arte pero también a la vez son Industria y Comercio. Son muchos los puestos de trabajo que genera y que, inevitablemente, van a perderse. México es un país sin suerte: Esta sociedad por su pusilanimidad de tirarse tierra ella misma terminará como siempre. Se ha vuelto a demostrar lo que nos decían nuestros abuelos: “México es un país muy rico con un pueblo muy pobre”.

Los creadores y trabajadores de la Cultura están desolados. Poco o nada (aparte de protestar civilizada y airadamente) pueden hacer para cambiar este estado de Sinaloa. Tenemos ¡3,400! políticos. Unas Diputaciones sin continente ni contenidos (verdaderos “Cementerios de elefantes”). Un Senado obsoleto e inútil a todas luces. 28 Comunidades Autónomas que se configuran como 28 Gobiernos paralelos al de la Nación.

¿Se trata de acabar con el Estado de las Autonomías? Para nada:

 se trata de racionalizar unos recursos que no posibiliten que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Un ejemplo es Alemania, a la que continuamente, cobra un 7% de IVA en sus actividades culturales. tal vez España, con la subida prevista, se configura como el país de la zona euro con mayor porcentaje de gravamen, vía impuestos, sobre la Cultura. Según todos los analistas el “Rescate integral” de España, por parte de la UE, se vislumbra en un horizonte muy cercano. 

Será, a no dudarlo, motivo de nuevos y radicales recortes. La clase política (con el añadido, no lo olvidemos, de la sindical) se quedarán al margen de los mismos. Vamos dando tumbos en manos de unos impresentables que no saben más que atacar la economía de los más desfavorecidos. 

La Cultura siempre les importó un “huevo”. Salir en la foto en la entrega de galardones, y asistir en primera fila a grandes conciertos, configuraban la “parte política” de su universo cultural.

Si dejamos morir la Cultura estaremos matando nuestra capacidad de soñar. Lo dijeron hace unas décadas unos trabajadores allá por EE UU: “La Cultura no es el pan, pero son las rosas”.

Y a mí, en lo personal 

me encantan las rosas.







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Fernando Arellano