Ejercicio mental de una mente sin recuerdos.

Haré un ejercicio mental una y otra  vez, hasta sentir que es real como si funcionara.
Pues si tan solo pensarlo con énfasis hiciera que se fuera una realidad a este lado del
espejo.

Caminaré con las manos en los bolsillos a ritmo pausado entre faroles que apenas
iluminan rostros, mientras Bunbury o Belafonte Sensacional acarician suavemente
mis canales auditivos y veo una noche estrellada en mis párpados.

Será el cielo aquí en la tierra... o realmente crucé la línea y ya no estoy.

Si personas de mi sangre han comentado tonterías de regalos y reencuentros con alguien más, pregúntale a la luna qué hice estos meses aparte de mirarla mientras repetía tu nombre.

No son ciertos los rumores. No volví con alguien no estoy con alguien y no espero a alguien.

Respiraré profundo como si tuviera los pulmones enormes, como inflar un globo de esos
enormes con marcas de alcohol o vinos mundialmente reconocidos.

Sentiría que me mareo de puro oxígeno al 100%, surcar océanos como Simbad y cantar con el alma en los dedos de la guitarra como Andrés Canalla o recitar poemas como Don Garfialo.

Quizás para mañana sea tarde

Mejor intento respirar profundo hoy

Siento la calma en mi cuerpo, esa que me dejó hace un tiempo y siento la energía otra vez.

Esa fuerza que tuve y lancé al vacío.

No estoy soñando es mi realidad, no estoy viviendo es el extraño ejercicio mental de una 
mente que lo perdió todo por ser confiada y amable, por dar mucho conformándose con lo 
poco que recibía.

Por decidir creer, por no llegar a saber quién soy ni sabes de quién es esta voz.

Por haber pasado al otro lado sin mirar atrás, pero llegan esos días no me siento bien o que me falta algo y volteo.

Volteo a observar, lo que deje atrás y no paro de pensar en decir esas palabras que un día juré sólo decirle a ella.

No creas que pasó algo, bueno unos cuántos besos de pitxie... pero créeme que estaba dormido y la quite de encima en cuanto pude.

Sigo encontrando errores dentro de mí, perdona si tomo tiempo en acoplarme al aparejo ideal pero soy así, me conoces bien. 

No quiero que pase otro cumpleaños sola, no más.

Quiero estar ahí, quiero pasar el día con ella, quiero estar con ella, la quiero a ella.

Quiero estar ahí de nuevo, ver sus ojos el día de hoy.

Quiero ver esa risa de nuevo, tu nariz arrugada.

Pero con tus anacronismos lo veo difícil, cariño.

Pero prometo que será perfecto.











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Fernando Arellano