El Buscapiés de Los Cenzontles

La primera vez que me besaste

construí tus paredes a mi alrededor

Y ha pasado mucho tiempo ya

desde que lloraba por tratar de memorizar,

de que no se me olvidara tu rostro..

de que no me faltara un solo detalle.



El capitán ironía sólo tiene ganas de crecer

siento como este velo negro reprime sentimientos

hasta soy maldito por el amor que a veces recibo

sé mi descanso, sé mi fantasía.



Y si esto termina, trataré de dormir en tu cama

para dar mis últimos alientos y no abriré la ventana

para despojar de tu ente lo que me pueda llevar de ti

y poder quedarme por ahí escondido.



Y sigue como un puente de dos árboles viejos

viendo al pasado que queda en el pasado, pero

en lo único que ahora quiero creer es en aquella

dulce fantasía caída y arruinada por el tiempo.



¿Qué pasaría si nunca hubiera visto la luz enhiesta?

Aquella que me decía ve por allí, trata de buscar algo

yo sólo quería estar cerca de ti aunque no pudiera tocarte

como el paraíso que trae remedio con luz dentro.



Y cariño, aunque sienta la oscuridad en mi espalda

de alguna manera quiero ser mi propio creyente

mi vida puede ser resumida en un simple epitafio,

algo muy concreto se puede escribir en mi tumba



Y soñé en la aventura,  me fui a la búsqueda y escapé

a la huida de tu voz, tonos hermosos de amarillos y pasteles,

el aroma de peras de febrero deseando morir en ese instante

a cada mordida incesante de eterno crecimiento de río.



Una parte de mi se perdió en la manga de tu camisa

otra está cuando jalas tu cuello y gastas el elástico

y aún así le rezo las noches a lo que no veo



Desde la cama cerca de tu muerte las maquinas con luces raras

provocan enredos, ahora sólo quiero cuidar contigo lo que no existe



Y aunque el sabor es agridulce, no me perdonaré estar pensando el resto de mi vida que lo mejor





esta en el pasado










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Fernando Arellano